Cómo recalentar el café de la forma correcta
Una situación que a todos os ha pasado, seguro que más de una vez, es haber preparado una cafetera hasta arriba, que sobre café, y para aprovechar todo lo restante lo habéis tomado unas horas después o incluso al día siguiente. Pues desde dicofi os queremos dar unos consejos para cuando estéis en esta situación pero queráis seguir disfrutando de un buen café, lo podáis hacer.
Desde aquí os recomendaríamos que siempre intentéis disfrutar de un café recién hecho, pero si lo hacéis y os termina sobrando, no vamos a ser nosotros los que os incitemos a que lo tiréis, al contrario, es un desenlace que no le deseamos a ningún café. Y aunque como os decimos, la realidad es que no hay nada como el café recién hecho, si el recalentado se hace teniendo en cuenta algunos aspectos que os vamos a comentar en este artículo, podréis aprovechar de la mejor forma posible ese café que hiciste hace unas horas o incluso en algunos casos el día anterior.
Lo primero que tenemos que explicar es la parte más científica alrededor del café y de su proceso de elaboración.
El grano de café recién recolectado, cuando está verde, tiene una composición concreta, que como con tantos otros productos pasa, a cada proceso de temperatura al que se somete, su composición cambia.
El primer cambio que sufre es en el tostado del grano. Es un proceso que por lo general está calculado, tanto por tiempo como por temperatura, para que posteriormente en nuestra casa o en la cafetería, cuando este café sea sometido a otro proceso más de calor, el resultado sea un café con un equilibrio óptimo de la química y de la composición de este para que sea agradable al paladar. El problema viene cuando nosotros lo sometemos a un segundo “cocinado”, y esta química se altera más de lo esperado, y el desenlace termina siendo un café con unas propiedades no del todo agradables para el consumo.
Entonces, ¿cómo recalentar el café de la forma correcta?
Como ya hemos dicho, desde dicofi buscamos daros indicaciones para, cuando os encontréis en la situación de tener un café de varias horas atrás o del día anterior, no lo destrocéis por completo y no terminéis bebiendo un café completamente amargo y sin aromas.
La primera recomendación que os daríamos sería que, a ser posible, lo que recalentéis sea el café negro tal cual, sin ningún añadido como podría ser la leche, estos pueden aportar un sabor desagradable al recalentarlo y someterlos a altas temperaturas.
Lo segundo que os diríamos, sería que sea cuál sea el método que vayáis a usar para calentarlo, intentéis que sea de forma paulatina, estable, y sin alcanzar temperaturas muy altas. Es decir, con todo esto que os decimos, en nuestra opinión uno de los peores métodos podría ser utilizar el microondas, pero si aún así lo decidís utilizar, lo ideal sería no ponerlo a máxima temperatura, e irlo calentando por distintas tandas, y entre ellas removerlo para que no se calienten más unas partes que otras.
Para nosotros, la mejor forma para recalentarlo, sería verterlo en un cazo, y como os hemos dicho antes, a una temperatura no muy alta y estable, calentarlo.
En cuanto a la temperatura máxima que no habría que sobrepasar, os recomendamos que no se superen los 60°C, así nos aseguramos que se calienta el café hasta una temperatura que resulta agradable para el paladar, y se mitigan al máximo la degradación del producto por altas temperaturas, resultando así, la mejor forma posible de tomar un café recalentado.
Estos son para nosotros los mejores consejos que creemos que os ayudarán para cuando os encontréis ante esta situación y no os apetezca tomaros un café completamente amargo y sin sabor.
Y si habéis llegado hasta aquí es porque, como nosotros, sois verdaderos amantes de este producto llamado café, por lo que os invitamos a que echéis un ojo a nuestras gamas de producto que estamos seguro que os van a encantar, que además, como ya sabréis, se trata de un café con cuerpo y alma.